El Estado debe investigar el hallazgo de fosas clandestinas en Jalisco y Tamaulipas

Amnistía Internacional expresa su profunda consternación ante el hallazgo de fosas clandestinas y hornos crematorios en Teuchitlán, Jalisco, y en Reynosa, Tamaulipas, los días 5 y 11 de marzo, respectivamente. Este descubrimiento realizado por colectivas de esos estados amerita que el Estado mexicano abra una investigación inmediata, independiente e integral, que permita identificar los restos localizados y entregarlos con el debido respeto y cuidado a las familias que buscan a sus familiares desaparecidos.
El Estado mexicano tiene la obligación de brindar todas las medidas de protección necesarias a las personas buscadoras que localizaron ambos sitios, ante los eventuales riesgos a su integridad. Esas medidas deberían extenderse en el tiempo con el fin de que las personas buscadoras estén seguras y puedan continuar con sus labores de búsqueda.
Amnistía Internacional exhorta a evitar la difusión de rumores que estigmatizan a las personas desaparecidas, quienes merecen, sobre todo, respeto y dignidad.
“Ante esta tragedia, instamos al Estado mexicano a esclarecer los hechos y a disponer de los recursos necesarios para ello, así como a dar un trato digno y adecuado a las personas que, tras las imágenes difundidas del hallazgo, han advertido que reconocen prendas que portaban sus familiares que han desaparecido”, declaró Edith Olivares Ferreto, Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional, sección mexicana.
“El Estado mexicano ha sido el gran ausente en el problema de la desaparición forzada en México. De ahí la existencia de colectivos de personas buscadoras, la gran mayoría integrados por mujeres, que han logrado ubicar a centenares de cuerpos de personas desaparecidas. Su trabajo ha generado confianza, por lo que personas con familiares desaparecidos acuden a ellas para pedir su ayuda en lugar de acercarse a las autoridades. El Estado no puede eludir su obligación de reconocer a las personas buscadoras como defensoras de derechos humanos, que llevan a cabo su labor con gran dignidad y debe proporcionarles las garantías para que lo sigan realizando”, agrego Edith Olivares Ferreto.
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