Rancho Izaguirre: las estremecedoras fotografías del «centro de exterminio y reclutamiento» del crimen organizado que fue hallado en México

Huesos calcinados, zapatos, bolsos, ropa y cartas de despedida.

Esos son algunos de los hallazgos que hizo el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco en el Rancho Izaguirre, una finca localizada en una región agrícola de Teuchitlán, a una hora de Guadalajara, en el oeste de México.

El grupo, que se dedica a buscar a personas que han desaparecido por la violencia en el país, denunció el pasado 8 de marzo que el lugar operó por un tiempo indeterminado como un «centro de reclutamiento y exterminio» a manos del crimen organizado.

La zona, que está controlada por el Cartel Jalisco Nueva Generación, habría sido utilizada para reclutar y entrenar de manera forzada a jóvenes que se sumarían a sus comandos. Pese a que las autoridades tenían conocimiento del predio desde el 18 de septiembre de 2024, sus indagatorias no lograron dar con lo encontrado por los buscadores de víctimas la semana pasada, lo que ha generado cuestionamientos a la labor de la fiscalía en el país.

Tras la denuncia, equipos forenses se trasladaron al lugar para recoger evidencia. La propia fiscalía está haciendo públicas algunas imágenes con el objetivo de que familiares de desaparecidos en la zona puedan reconocer algunos de los enseres personales de quienes estuvieron ahí recluidos.

Los equipos forenses ya han comenzado a trabajar para identificar los lugares que habrían operado como fosas comunes o crematorios. Hasta ahora, las autoridades no tienen una evaluación sobre cuántas podrían ser las víctimas.

La cantidad de zapatos abandonados en el lugar ha llamado la atención de autoridades y buscadores. Desde el colectivo que denunció los hallazgos han afirmado que evocan a los grandes campos de concentración.

Los buscadores y la fiscalía hallaron un presunto campo de entrenamiento en el predio. Se cree que ahí se formaba a los jóvenes que habían sido reclutados forzosamente por el crimen organizado.

En las pocas edificaciones que tiene el predio había habitaciones con enseres personales de las presuntas víctimas, entre ellas, ropa y cartas de despedida.

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